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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

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Desde: 24/09/2015

III.4.4.03. Recemos despacio el padrenuestro.

  • Padre nuestro, Padre de todos los seres humanos… incluso de esos criminales… de esos que «¡qué pena de aborto a tiempo!» y barbaridades varias que se nos ocurren.
  • Que estás en los cielos: en la situación de plenitud total y definitiva a la que nos llamas.
  • Santificado sea tu nombre: bendecido, no «blasfemado»… ¡Qué pena de personas que blasfeman como respiran!
  • Venga a nosotros tu Reino: Reino de amor universal; incluso a los enemigos, a los que nos escupen conscientemente. Y que nosotros, los cristianos, seamos cada vez más conscientes de que tenemos que hacer lo posible para que tu Reino, al menos, se acerque.
  • Hágase tu voluntad, aquí en la tierra como en el cielo: Padre Dios, Tú, nuestro Padre, nos quieres a todos. Esa es tu voluntad fundamental. Eso es lo que Jesús dijo y repitió incansablemente. Dios, su Padre, su Papá, y nuestro Padre nos quiere a todos, nos quiere sin fisuras, nos perdona siempre… Y nos espera en esa situación definitiva de plenitud, que llamamos cielo y que ni siquiera podemos imaginar.
  • Danos hoy nuestro pan de cada día: … Dánoslo a todos los Seres Humanos… ¡Qué vergüenza para la Humanidad desarrollada del siglo XXI que haya personas que viven como esqueletos cubiertos de piel, mientras en otras partes tiramos la comida o padecemos enfermedades por comer demasiado! ¡Qué vergüenza! Señor, danos coraje pararepartir entre los que no tienen nada nuestro pan de cada día.
  • Perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido: ¿Hemos caído en la cuenta de que al rezar esta oración que nos enseñó el mismo Jesús le decimos al Padre que no nos perdone si nosotros no perdonamos? ¿Qué tal?
  • No nos dejes caer en la tentación: Todos experimentamos qué son esos impulsos a hacer cosas que levantan el grito de nuestra conciencia, que ni borrachos somos capaces de acallar… La tentación «fundamental» es la deabandonar a Dios… ¡Y con qué fuerza nos vemos empujados a abandonarte, Señor!
  • Y líbranos del mal: en la Biblia, el mal definitivo es el pecado, el abandono de Dios por nuestra parte… El mal peor son los odios, las venganzas, etc. Muchos males están en la naturaleza misma; con estos «males naturales» (enfermedades, accidentes, etc.) muchas personas realizan una vida admirable. Lo terrible son los otros males, los que producimos nosotros.
  • Amén«así sea», que se cumpla lo que hemos rezado… Casi siempre pronunciamos ese «amén» como si tal cosa… Pero bien pensado, estremece un poquito… ¿verdad?