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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

VI.3.6.09. Pentecostés.

Hoy proponemos no un momento de reflexión, sino un ratito de oración.

– Ven Espíritu Creador e infunde en nosotros la fuerza y el aliento de Jesús. Sin tu impulso y tu gracia, no acertaremos a creer en Él; no nos atreveremos a seguir sus pasos; nuestra esperanza se apagará. ¡Ven Espíritu Santo y contágianos el aliento vital de Jesús!

– Ven Espíritu Santo y recuérdanos las palabras de Jesús. Sin tu luz iremos olvidando el «rostro bueno de Dios» que nos mostró Jesús. El Evangelio se convertirá en letra muerta. La Iglesia no podrá anunciar ya más la «buena noticia» ¡Ven y enséñanos a «escuchar» a Jesús!

– Ven Espíritu de la Verdad y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu guía, nunca nos liberaremos de nuestros errores y mentiras; seremos como ciegos que pretenden guiar a otros ciegos. ¡Ven y danos arrestos para convertirnos en discípulos y testigos de Jesús!

– Ven Espíritu del Padre y enséñanos a gritar a Dios «Abba» como lo hacía Jesús. Sin tu calor y tu alegría, viviremos como huérfanos que han perdido a su Padre; invocaremos a Dios con los labios, pero no con el corazón. ¡Ven y enséñanos a orar con las palabras y el corazón de Jesús!

– Ven Espíritu Bueno y conviértenos al proyecto del «reino de Dios» inaugurado por Jesús. Sin tu fuerza no tendremos audacia para construir un mundo más humano, según los deseos de Dios. Seguiremos adormecidos en «nuestra» religión aburguesada. ¡Ven y fortalece nuestra voluntad de hacernos colaboradores del proyecto de Jesús!

– Ven Espíritu de Amor y enséñanos a amarnos unos a otros con el amor con que Jesús amaba. Sin tu presencia viva entre nosotros, crecerán las divisiones, se apagará el diálogo y aumentará la intolerancia.¡Ven y aviva en nuestro corazón y nuestras manos el amor fraterno que nos hace parecernos a Jesús!

– Ven Espíritu Liberador y recuérdanos que Cristo nos liberó de la esclavitud a la que nos sometemos nosotros mismos: egoísmos, soberbia, ambición absurda. Sin tu fuerza y tu verdad, nuestro seguimiento gozoso a Jesús se convertirá en moral de esclavos. No conoceremos el amor que da vida, sino nuestros egoísmos que la matan. Se apagará en nosotros la libertad que hace crecer a los hijos e hijas de Dios y seremos, una y otra vez, víctimas de miedos, cobardías y fanatismos. ¡Ven Espíritu Santo y contágianos la libertad de espíritu de Jesús!