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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

III.4.2.24. El grano de mostaza y la levadura.

Versión de San Mateo:

«Otra parábola les propuso: El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.

Les dijo otra parábola: El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.

Las dos parábolas muestran el contraste: lo poco o pequeño se hace muy efectivo.

En el aspecto social e histórico, el Reino de Dios tiene un comienzo pequeño: En Jesús, un insignificante hombre de aldea, de una región aun más insignificante en el Imperio. Se rodea de un «aparato empresarial» pequeño y nada preparado. Pero «lleva dentro la fuerza de Dios».

En lo personal: En el bautismo recibimos la semilla de la Gracia. El discípulo de Jesús sabe que sin la ayuda del Espíritu, ni crecerá él personalmente ni hará fermentar la masa social en la que se desenvuelve.

En lo social: La transformación de la «masa social» del Imperio fue asombrosa. Muchísimos cristianos vivimos en medio de una masa social indiferente al Reino, cuando no claramente enemiga. Tenemos que hacer fermentar esa masa o dar cobijo a las personas perdidiñas en la vida, más o menos, como hizo Jesús.

Estas dos parábolas adquieren un significado intenso en la España actual, principios del siglo XXI, cuando el abandono de la práctica religiosa es casi masivo y el «poderío» del ateísmo y el laicismo combativos hacen acto de presencia constante en los medios de comunicación. ¿Será atea la sociedad española de mediados de siglo? ¿Hago yo algo por extender el Reino en torno a mí o me encojo y escondo como un ratoncillo asustado? ¿Qué tal si, por ejemplo, me atrevo a escribir algo en facebook, twiter, etc. contestando a los ataques al cristianismo, a sus ideas, a la Iglesia, etc?

La efectividad del crecimiento dependerá siempre de la vitalidad espiritual «puesta» por el Padre en lo pequeño, no exactamente por la «preparación» y saber hacer de los cristianos. Los monasterios, con hombres y mujeres dedicados a la oración, son ahora tan necesarios como antes y siempre.

Padre nuestro, que estás en el cielo;
Santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.