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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

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III.3.2.3. La fe religiosa en el modo de ser. (Erich Fromm (1))

Erich Fromm escribe desde el Psicoanálisis, no desde la Teología.

«¿Podemos vivir sin la fe? … ¿podemos vivir sin tener fe en las normas de nuestra vida? Sin fe nos volvemos estériles, perdemos toda esperanza y le tememos a la esencia misma de nuestro ser.

En el modo de ser, la fe… consiste en una orientación interior, en una actitud. Mejor sería decir que se está en la fe y no que se tiene fe… El Dios del Antiguo Testamento es, ante todo, una negación de los ídolos, de los dioses que podemos tener… Dios no debe tener nombre ni debemos tener una imagen de Dios. (De hecho, los hebreos evitaban nombrar a Dios – Yahveh significa «el que es» (que existe por sí mismo, no creado) – y prohibían cualquier estatua o figura de Él.)

En el misticismo cristiano, el concepto de Dios tiende a ser el de «Único», la «Divinidad» (la «No-Cosa»)… Esta fe en Dios es un proceso continuo, activo, de una creación de sí mismo, o como dice el maestro Eckhart (un fraile dominico del siglo XIII), de Cristo, que eternamente renace en nosotros.

… Mi certidumbre se basa en mi conocimiento profundo de los otros y en mi experiencia del amor y de la integridad. Este tipo de conocimiento sólo es posible en el grado en que pueda librarme de mi ego (2) y ver a los otros hombres en su mismidad… (¡Siempre el egoísmo en las razones profundas de nuestras limitaciones!)

Esta fe se basa en hechos; por consiguiente es racional; pero los hechos no pueden reconocerse ni «demostrarse»… Yo, la persona viva, soy el único instrumento que puede «registrarlos».

Hasta aquí, E. Fromm. Todo esto dicho así, suena muy filosófico. Aterricemos:

La fe se transmite por la palabra, pero el ejemplo es más efectivo. La mejor manera de hacerlo es «narrando con nuestra vida la vida de Jesús»: Si yo quiero hablar a un grupo de amigos de mi fe en Jesús, puedo predicar… O puede que «ellos vean» que dedico mi tiempo libre a ayudar, a colaborar, etc. No estoy «predicando». Estoy «narrando» la vida de Jesús con mi vida. Jesús y sus enseñanzas son en mí una convicción profunda. San Pablo decía: «Vivo yo, pero no yo, es Cristo quien vive en mí».

¿Entiendes ahora algo mejor qué es «ser creyente»? ¿Eres tú creyente en el modo de ser, en el modo de tener creencias, o no crees en nada?

Padre nuestro, que estás en el cielo;
Santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

(1) Erich Fromm era judío. Conocía la Biblia muy bien. En su libro «Tener o ser» dedica el capítulo 2º a «Tener y ser en la vida cotidiana». Ejemplifica: El aprendizaje, etc., ¡y la fe!

(2) La Psicología Transpersonal, el último grito en esta ciencia, dice lo mismo.