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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

III.1.1.0. Los profetas de Israel.

De San Juan Bautista se dice que fue el más grande de los profetas de Israel, que fue el predecesor inmediato de Jesús. Pero ¿quiénes eran los profetas de Israel?

Entendemos vulgarmente que «profeta es el que adivina el futuro». La idea de la Biblia es muy diferente. En hebreo, «profeta» significa «el llamado», el «escogido». Al traducirlo al griego se tomó la palabra «profétes», que se podría traducir por «el que dice o anuncia algo ante los demás». En la Biblia, profetas son mensajeros del Dios de Israel, elegidos y enviados por Él para proclamar su palabra en un momento concreto de la historia del pueblo escogido. Este mensaje estaba relacionado siempre con las circunstancias buenas y malas del momento. El profeta interpretaba «los signos de los tiempos» de parte de Dios y anunciaba su Palabra al pueblo. Eran exhortaciones ligadas al momento «religioso» que estaban viviendo, no predicciones del futuro como si fuesen astrólogos o magos. A veces anunciaban hambrunas, guerras… que llegarían como castigos si la gente no se arrepentía de haber roto el pacto que Yahvéh hizo con Moisés. Este pacto era ante todo el compromiso por parte del pueblo de que cumpliría la Ley (en síntesis, los Diez Mandamientos) y, por parte de Dios, una especial protección de su pueblo… que sacó de la esclavitud de Egipto, que le guió por el desierto, que le dio la tierra de su patriarca Abraham ocupada entonces por los cananeos, etc. Muchas veces el pueblo rompió este pacto dando culto a dioses paganos, negando así de hecho la existencia del verdadero Dios. Ante estas situaciones y antes de que llegasen las calamidades, los profetas anunciaban al pueblo las consecuencias de su pecado.

Como los profetas denunciaban los pecados, fueron mal vistos, maltratados, martirizados. Molestaban porque hablaban de parte de Dios, ponían ante sus ojos la verdad de sus vidas de egoísmo y pecado; denunciaban sobre todo el gran pecado de adorar a dioses de otros pueblos, siempre dioses menos exigentes que su verdadero y único Dios que quería la justicia, el perdón, la paz, la castidad… «dioses hechos por mano de hombres que no pueden salvar»…

Es la misma historia de Jesús y de Juan el Bautista. Es la historia actual: en nuestra sociedad occidental desarrollada, rica, predominan los valores representados por el dinero, aunténtico «dios» (1) al que se rinden todos los demás valores de la vida.

¿Qué hacer? «Echar la culpa a los gobernantes no vale. A modo de ejemplo: ¿Cómo es posible que en España el aborto pase de ser un «delito» a ser un «derecho»? Pues porque hay una mayoría notable de personas que piensan que «es antes» poder gozar libremente del sexo que respetar la vida de una criatura. Si no hubiese tantos «devotos» del dios «placer» ¿hubiese sido posible ni siquiera su planteamiento? «Empieza por ti mismo y no esperes a mañana. ¡Ya!».

 

 

(La parte de la reflexión que sigue es sólo una muestra de las muchas preguntas inquietantes, «proféticas», que pueden hacerse en la actualidad. Es interesante. Pero lleva mucho tiempo.)

(1) Un dios menor pero exige multitud de «sacrificios humanos». Quizá alguna persona piense: ¡Vaya exageración! Seamos sinceros ¿Cuántas personas mueren o matan porque viven para ganar más dinero? ¡Va! Eso sólo pasa en las películas de mafiosos! Quien piense o diga esto, no vive en este mundo. Algunas preguntas para inquietar, incluso para molestar: ¿Por qué los productos chinos, indios, turcos… son tan baratos? ¿Por qué la muy comunista China tiene unos niveles de crecimiento económico capaces de desequilibrar la economía mundial? ¿Se puede llamar «adivino» a quien pronostique que, de no cambiar radicalmente ese estado de cosas (por ejemplo: condiciones de trabajo de verdadera esclavitud) más bien pronto que tarde la Humanidad se verá envuelta en terribles tragedias? Más preguntas: ¿Por qué emigran tantas personas de los paises islámicos si tienen una riqueza inmensa en el petróleo? ¿Qué ocurrirá el día que el petróleo deje de ser casi la única fuente de energía? ¿Por qué no es ya un hecho? Otro tema: ¿Por qué son tan baratos aparatitos como los móviles si llevan baterías de un mineral carísimo?

Para terminar: Si Jesús o Juan viniesen hoy día, apareciesen en las televisiones, dijesen que hablan de parte del verdadero Dios y anunciasen que, de no cambiar radicalmente nuestro sistema de relaciones entre las naciones de esta tierra, podría venir una catástrofe que acabase con gran parte de la Humanidad ¿cuánto duraría el programa? Y si se pusiesen pesados, cargantes, demostrasen con «signos» que tienen razón… ¿cuánto tiempo tardarían en tener, por ejemplo, un «accidente»? Molesto, ¿verdad?