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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

I.3.2.4. El Bien y el Mal. Los Pilares de la Tierra. Vídeo.

Una deducción terrible, pero a la que llegaron muchas personas: Si para ser redimidos hubo que «pagar» un rescate ¿a quién se pagó ese rescate? «Al Mal, que nos hizo prisioneros». Respuesta horrorosa: ¡El ofendido fue Dios, no el Mal! El diablo podría tomarse vacaciones: nos las arreglamos solitos los seres humanos para hacer el mal.

Más «desastres» mentales:

Maniqueísmo: El Demonio, realidad suprema del Mal, es tan poderoso como Dios, realidad suprema del Bien. El Ser Humano se debate entre el Bien y el Mal. No tiene elección. Por tanto, no es responsable de sus actos.

Fatalismo: ni Dios ni el Diablo existen. El Hombre es muy dueño de hacer lo que le apetezca sin tener que dar cuenta a nadie. La vida es la vida tal como le viene a cada uno; pero en modo alguno somos responsables finales de lo que hagamos.

Determinismo: Niega la libertad humana. Sin libertad no hay responsabilidad. Y sin ésta, a nadie se le pueden pedir cuentas de su conducta. «Premio» y «castigo» son palabras que se quedan sin contenido… o el que les damos es pura conveniencia de cada momento.

Pero todos tenemos desde muy pequeñitos la experiencia de poder elegir en multitud de ocasiones, aunque otras muchas decisiones estén condicionadas por los padres, los jefes, las circunstancias, etc. Puedo elegir entre hacer el esfuerzo diario de estudiar y hacer los deberes de cada día, o dejar pasar los días sin el más mínimo esfuerzo hasta que acabe el curso. Etc.

El «sentimiento» es inevitable… ¡pero no la «conducta»! Nuestra libertad es finita, pero es libertad. Y si somos libres, somos responsables. Toda la Humanidad da por supuesto que cada individuo es responsable de sus actos.

Cualquier persona distingue perfectamente el mal físico y el mal moral, el que padecemos y el que producimos. Con frecuencia están entrelazados entre sí, pero los distinguimos bien.

LIBERTAD, JUSTICIA, VERDAD son los pilares de la tierra. Son necesarios para asentar sobre ellos el desarrollo de las personas y su convivencia. ¿Son suficientes? Aparece el rostro de Jesús: Es necesario, además, el PERDÓN. Jesús dijo mientras le crucificaban: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen…». Lo curioso es que la Psicología Transpersonal «ha descubierto ahora» esta necesidad. «Este plus de libertad» ya nos lo mostró y demostró Jesús. Ejemplo:  Marta Obregón.