¡¿Jesús de Nazaret?! ¡Ah, sí!

¿Quedan cristianos hoy? ¡Pues claro que quedan! Y muchos más, quizá, de lo que creemos. Jesús fue clarísimo: «Por sus frutos los conoceréis».

A finales del siglo I, habían surgido cristianos que se daban a la mística, lo cual está muy bien, pero se olvidaban de pisar tierra. San Juan trata de «apearlos», de que sean realistas, de que no olviden el mandamiento principal de Jesús, de que eso del Reino de Dios definitivo, el cielo, está muy bien, pero el Reino de Dios hay que asentarlo en la tierra… Escogemos un trocito de la carta:

Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él… Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios… Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.

Un botón de muestra de plena actualidad: escuchar atentamente porque es vivo reflejo de lo que dice San Juan.

Vídeo: Mama Maggie.