VI.3.6.11. ¿Todos los Santos y/o Halloween?
El día 1 de noviembre celebramos la Fiesta de Todos los Santos. El día siguiente lo dedicamos a la memoria de nuestros difuntos. Acostumbramos poner flores en sus tumbas el mismo día 1 por ser festivo laboral.
Con la fiesta de Todos los Santos celebramos lo que creemos los cristianos: que al morir vamos al cielo. ¿Qué creemos del cielo? Que es la situación definitiva de salvación total, plenamente feliz, de todos nosotros en la morada de nuestro Padre Dios. Lo creemos así «porque Jesús va delante…» Es una fiesta antiquísima en la Iglesia. En el siglo VIII fijaron el 1 de noviembre.
La propaganda comercial, en los años 80, trajo una moda de Estados Unidos, el «halloween». Realmente es original de los irlandeses que la llevarón a EE UU en el siglo XVIII. Los irlandeses celebraban el «fin del verano», y final de la cosecha. También celebraban la fiesta de Todos los Santos. La palabra Halloween deriva de «All Hallows’ Eve» o «Víspera de Todos los Santos». La noche de Halloween, la puerta del «más allá» se abría y los espíritus de los difuntos salían de procesión por el pueblo. Muy similar a la Santa Compaña, en Galicia.
«Jack el de la linterna» era un granjero muy tacaño y malvado. Trató con el diablo y también lo engañó. Murió Jack. San Pedro, ni hablar de recibirlo. El diablo, tampoco. Pero éste lo condenó a vagar por siempre en la oscuridad, alumbrándose con una vela protegida dentro de una calabaza. Jack iba de casa en casa pidiendo «truco o trato». Trato, regalito y en paz. Truco, nada… pero traería a esa casa toda clase de desgracias. Ahora los niños se disfrazan y van saludando y diciendo «Truco o trato»: si no hay trato, gastan una pequeña broma, como echar espuma inofensiva.
¿Qué hacemos los cristianos frente a esta «paganización de costumbres»? Tener calma. Siendo creyentes de verdad, celebraremos la festividad religiosa y nos divertiremos con el recuerdo de leyendas antiguas. Hay grupos de personas que se dicen «neopaganas»: aborrecen la fiesta cristiana y celebran la pagana… ¡Qué riesgo de hacer el ridículo!…
Señor: creemos en tu cielo. Nunca podremos imaginarlo siquiera. Pero sabemos que un día estaremos contigo, con todos los demás seres queridos… en tu presencia y en la presencia de Jesús, de María su Madre y nuestra Buena Madre espiritual, en compañía de todos los santos, de todos los seres humanos a los que Tú, Padre Dios, nos quieres de manera tan incomprensible.
Padre nuestro, que estás en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día. Amén |
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo. Santa María, Madre de Dios, Amén |
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. |