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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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VI.3.6.06bis. Solemnidad de Cristo Rey.

EL TEXTO GRABADO CORRESPONDE A LA PAGINA ANTERIOR, NO A ÉSTA….

A lo largo del año, los cristianos vamos recordando la vida, hechos y enseñanzas de Jesús siguiendo, más o menos, «su vida».

En Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Pentecostés. Al final, casi como síntesis de todas las celebraciones en honor de Jesús, celebramos la fiesta de Cristo Rey, que coincide con el penúltimo domingo de noviembre.

Para quienes nos sentimos cristianos a fondo, es una fiesta entrañable. Jesús se presentó ante Pilatos como Rey, pero de ningún pueblo y sin poder político o militar. Sólo Rey de los que buscan la Verdad. La verdad de sus vidas y de la sociedad en la que viven… Una anécdota:

Era el jueves anterior a la fiesta de Cristo Rey. Yo sentía que, para muchos, esta fiesta es pura teoría. Una circunstancia sin importancia me hizo pensar. Daba clases de apoyo a un grupito de chicos; Había obervado que, salvo excepciones, son muy listos. Pero entre bromas y veras, también comprobé que no tienen ninguna aspiración en su vida. Como me dijo uno de ellos, «Algo habrá para ganar dinerito y vivir…». Hablarles de esfuerzo, de labrarse un futuro, de ser personas, de ser realistas, de que en la vida casi nada es gratis, etc. es hablar a una pared. ¿Cuál es su futuro? Pues casi como su presente. Todo el día detrás de «pasarlo bien» (en el aula, muy próximos a insoportables) dándose de bruces con la dura realidad que es, con demasiada frecuencia, «pasarlo mal». ¿Merece la pena «alistarse» en el ejército del Reino de Jesús? ¿Es exigente esta milicia? Sí… ¡Y la única manera de ser persona humana de verdad!

¿Es que entonces nunca podremos «pasarlo bien»? Todo lo contrario: las grandes alegrías se dan cuando nos instalamos en la Verdad de vivir a fondo, sea en los ratos de expansión o en los de trabajo e incluso sufrimiento físico o moral.

¿Hay «otras vidas»? Sí; pero se instalan en el momento, en lo que pasa y se acaba, en lo que deja siempre con ganas de más… y termina en la desesperanza.

¿O es que los ricos y poderosos que, teóricamente al menos, pueden tener cuanto les gusta son inmensamente felices? ¿»Ser ricos» es la Verdad del ser humano? ¿No será más bien «ser buenas personas», la bondad, su Verdad? Curioso Reinado el de Jesús…