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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

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Desde: 24/09/2015

VI.3.4.6. ¿Qué hacemos los cristianos en misa?

La eucaristía es el sacramento de la vida compartida, es decir, es el símbolo que expresa y produce lasolidaridad con la vida que llevó Jesús; y la solidaridad entre los creyentes que participan del mismo sacramento.

Este significado se deduce de los textos eucarísticos del Nuevo Testamento, que coinciden todos ellos en dos cosas:

  • La eucaristía es un hecho comunitario, es decir, no hay un solo texto en el que la eucaristía aparezca como un gesto individual, realizado por un individuo y para un individuo, sino que siempre se trata de algo que es compartido por un grupo.
  • La eucaristía es una comida, y por cierto una comida compartida; lo que significa que no es una “cosa” santa y sagrada, sino una “acción” que lógicamente comporta un determinado simbolismo.

El hecho de que Jesús instituyera la eucaristía en una comida (la cena de despedida), nos remite a una práctica de Jesús y sus discípulos.

El evangelio de Lucas nos ha conservado unas palabras, que atribuye al propio Jesús y que indican lo que la comunidad cristiana pensaba al respecto:

”Cuando des un banquete invita a los pobres, a los lisiados, cojos y ciegos; y dichoso tú entonces porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos”.

El verdadero sentido teológico de la comida compartida está en que se trata de compartir la vida y solidarizarse con los pobres y desamparados de este mundo.

La comida es fuente de vida, es lo que mantiene y fortalece nuestra vida. Por consiguiente, compartir la misma comida es compartir la misma vida.

Escribir o describir ideales, es relativamente sencillo. Caminar hacia ellos, es otra cuestión. ¿Se parecen en algo, tienen algo de esto nuestras misas parroquiales? ¿De quién depende? ¿Os dais cuenta de «todas las cosas» que puede decirnos una misa bien celebrada? Manos a la obra…

Padre nuestro, que estás en el cielo;
Santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.