V.4.4.00. Jesús, Mesías universal.
Cualquier persona que se preocupe algo de lo que ocurre en el mundo, ve la necesidad de «arreglar esto», de emprender un proceso que nos lleve a una Humanidad más justa y próspera para todos: es la «necesidad universal de mesianismo».
Desde un punto de vista religioso y ¡desde la Psicología actual más avanzada! se introduce «un elemento personal» nuevo: la necesidad de salir de sí mismo, vencer el egoísmo para lograr una vida digna personal y poder solucionar gran parte de los problemas que padece la Humanidad.
Los primeros cristianos, tras la Resurrección de Jesús, se dieron cuenta de que era el verdadero Mesías que esperaban en Israel… pero mucho más: era Mesías para todos. Jesús, reconocido como Señor, Kyrios, Dios, tras su Resurrección es reconocido por los primeros cristianos como un hombre, sí, pero capaz de elevar con él a cualquier otro ser humano, por malo que sea o haya sido, a una nueva dignidad, la de hijo de Dios, querido por Dios incondicionalmente, y por tanto sujeto de salvación definitiva.
Aún más: al ofrecer a cada ser humano el camino de la bondad, de la misericordia, Jesús señala un camino para la Humanidad. No hizo ni predicó política, ni sociología, ni economía… Pero su palabra, vista enseguida como la «Palabra» de Dios, ofrecía «su» camino a toda la Humanidad. Jesús superó ampliamente la antiquísima regla de oro «No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti».
Jesús estuvo siempre abierto a todos, al presente ¡y al futuro! de cada uno. Los judíos esperaban un «nuevo pueblo grandioso». Jesús ofrece valores para construir una «nueva Humanidad».
San Pablo insistió en esta idea. Su condición de fariseo, obervante y creyente judío hasta la médula, lo enfrentó en un primer momento con Jesús, persiguió a los cristianos… Pero, «cayendo de sus ojos unas como escamas, se le abrieron los ojos« y vio con claridad la calidad y la universadlidad del mensaje y la persona de Jesús.
Una pregunta que pide respuesta: Hoy día, principios del siglo XXI, son muchas las personas anticristianas, parece que odian a Jesús (cristofobia). Dicen que odian a la Iglesia… Hay que urgar en el corazón humano ¿qué les pasa a los que odian tanto a la Iglesia y a Jesús?
Nunca tengáis miedo a la Verdad. Pero sed limpios de corazón y de mirada…
Padre nuestro, que estás en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día. Amén |
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo. Santa María, Madre de Dios, Amén |
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. |