Get Adobe Flash player

Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

Visitas hoy: 26
Visitas Totales: 105848
Desde: 24/09/2015

V.1.1.10. Los discípulos de Emaús, un retrato vivo de «nuestra» historia.

Sintetizamos la historia de estos dos discípulos para reconocer mejor «nuestra» historia:

  1. Han estado en contacto y hasta entusiasmados con Jesús. Pero es torturado y muerto. Pierden el entusiasmo y hasta la fe en Jesús.
  2. Se separan del resto de discípulos; sólo quieren «salvarse de la quema». Han perdido la fe y la esperanza en Jesús. No son capaces de reconocerlo aunque va a su lado. Sin embargo, tienen un detalle de humanidad: lo invitan a quedarse.
  3. Ven a Jesús en la «fracción del pan» (Eucaristía) como un fogonazo de luz. Jesús regresa a sus vivencias.
  4. Se reintegran al grupo, a la Iglesia, «reunión»Comunican, comparten, renacen la fe y la esperanza.

A grandes rasgos, es la la historia del cristianismo de nuestra cultura occidental:

Hasta el Renacimiento, “todo el mundo era cristiano”. La Iglesia mandaba mucho y hasta más de la cuenta.

Entre los siglos XV y XIX se produce dispersión, desánimo, desilusión… Teníamos muchas esperanzas, pero todo ha quedado en nada. «Nos van explicando las Escrituras»… La Biblia no es libro científico. La Ciencia y la Filosofía se alejan de ella. Las verdades de fe no tienen nada que ver con las verdades de la razón. El “Ser Humano” crece impetuosamente frente a Dios.  La Revolución Francesa proclama la supremacía absoluta de la Diosa Razón. Dios ha muerto.

En el siglo XX «padecemos» dos guerras mundiales espantosas. La capacidad de aniquilarnos es real (¡y estuvimos a punto de lograrla!). Estamos destruyendo el planeta, nuestra casa. “… llevamos tiempo sin ver soluciones…” . Caminamos a ciegas…

Con este caminar sin sentido, son muchas las personas que sienten arder en sus corazones el deseo de un mundo mejor, más justo. Surgen multitud de iniciativas de ámbito mundial, aunque casi siempre dentro de la confianza de que “nosotros solitos podremos”…

Sin embargo, empezamos a reconocer que sin «recomponer al Ser Humano» no hay salvación posible para este mundo; no hay manera de construir un “Reino del Hombre” sin intentar al mismo tiempo la construcción del “Reino de Dios”.

Se levanta con fuerza impresionante la figura de Jesús vivo, presente y desconocido a la vez. Surge la esperanza, el entusiasmo, la comunicación… ¡Con Jesús, sí podremos! Pero tenemos que hacer aun el camino largo del regreso a la reunión con los demás.

Padre nuestro, que estás en el cielo;
Santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.