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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

IV.5.3.00. Juicio religioso contra Jesús. Narración evangélica.

Cuenta San Marcos:

«Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y se reúnen todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas. También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego.

Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando contra Jesús un testimonio para darle muerte; pero no lo encontraban. Pues muchos daban falso testimonio contra él, pero los testimonios no coincidían…

Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y poniéndose en medio, preguntó a Jesús: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?» Pero él seguía callado y no respondía nada. El Sumo Sacerdote le preguntó de nuevo: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?» Y dijo Jesús: «Sí, yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir entre las nubes del cielo.» El Sumo Sacerdote se rasga las túnicas y dice: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?»

Todos juzgaron que era reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, le cubrían la cara y le daban bofetadas, mientras le decían: «Adivina», y los criados le recibieron a golpes».

¿Qué delitos había cometido Jesús contra su religión? Jesús no hablaba contra las Sagradas Escrituras. Al contrario, se mostró fiel cumplidor de la Ley en cosas importantes. No había razón para eliminar a un «profeta»… ¿Entonces? Pues que, como siempre, Jesús estaba ganando seguidores con su predicación, con sus hechos. Esto era el síntoma. De fondo, la crítica al poder, al Templo, su independencia política («Al César lo que es del César; a Dios lo que es de Dios»), condena del poder y la riqueza por sí mismos, preferencia por la fraternidad universal no sólo restringida al pueblo y al templo judío, etc. La gente pensaba que podía ser el Mesías, el que «ellos esperaban» aunque no como lo esperaban.

En este juicio religioso forzaron una confesión de Jesús que tomaron como flasfemia. La flasfemia estaba condenada con pena de muerte.

Se repitió la historia de todos las ideologías impuestas. Proclaman justicia, igualdad… pero encarcelan o matan a quienes piden libertad. La conciencia molesta muchísimo. En vez de acallarla sirviendo realmente a sus pueblos, intentan ahogar las voces matando a los mensajeros…

¿Conocéis algún caso actual?

Padre nuestro, que estás en el cielo;
Santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.