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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

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Desde: 24/09/2015

IV.5.1.00. La oración del Huerto de los Olivos, Getsemaní.

Getsemaní, una finca en el Monte de los Olivos, era un lugar muy apto para guarecerse del frío de la noche y orar en silencio total: lejos de la ciudad, cuevas naturales, bosque de olivos, etc. Jesús pidió a tres de sus discípulos que le acompañasen más hacia la espesura del bosque:

Y se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz (1); pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». Entonces, se le apareció un ángel que le confortaba. Sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra.

Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; y les dijo: … «Levantaos y orad para que no caigáis en tentación».

Todavía estaba hablando, cuando se presentó un grupo; Judas, uno de los Doce, iba el primero, y se acercó a Jesús para darle un beso. Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!».

En Jesús actúa la inspiración y la fuerza del Espíritu Santo… ¡Pero esto no anula su condición de ser humano! Siente un miedo terrible a lo que se le avecina. Él sabe que la voluntad de Dios es que «se construya» un Reino de seres humanosuniversal, fraterno. Pero también sabe que quieren matarlo. Pide a su Padre Dios que se hagan las cosas como Él quiere pero le cuesta aceptar la tortura, le produce un miedo terrible… «Pero no se haga mi voluntad sino la tuya».

Muchos cristianos entendemos ahora que Dios podía salvar a los hombres sin necesidad de que Jesús muriese torturado. Pero también entendemos, aunque no podamos vivenciarlo en toda su profundidad, por qué el Padre quería que Jesús se identificase totalmente con el sufrimiento extremo de la condición humana.

¿Es fácil entenderlo? No. Una sugerencia: ponerse de rodillas ante un crucifijo, y «hablar» con Jesús… ¿Por qué aceptaste de antemano la voluntad del Padre cuando quizá no fuese necesario tanto sufrimiento? ¿Por qué, Señor, después de 2000 años seguimos «produciendo» tanta maldad? Señor, dame una chispita de tu voluntad de querer a todos los hombres… sobre todo a las peronas más próximas a mí; me cuesta muchísimo…

¿Es difícil aguantar esta tensión espiritual? Sí; sus apóstoles más allegados se durmieron…

Padre nuestro, que estás en el cielo;
Santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

(1) Cáliz es significa «copa». En español ha pasado a designar la copa empleada en las misas. También se emplea en Botánica, por ejemplo.