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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

IV.4.1.08. Última cena. San Juan. «Lavó los pies…»

El vídeo puede dar una idea «del momento», pero no puede sustituir la lectura y meditación del evangelio:

Era la víspera de la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de dejar este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.

El diablo ya había entrado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la idea de traicionar a Jesús. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.

Llega a Simón Pedro; éste le dice: — Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?

Jesús le respondió: — Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.

Le dice Pedro: —No me lavarás los pies jamás.

Jesús le respondió: — Si no te lavo, no tienes parte conmigo.

Le dice Simón Pedro: — Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.

Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.  Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos.»

Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?  Vosotros me llamáis el Maestro y el Señor, y decís bien, porque lo soy.  Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.  Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros. En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís.

No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que come mi pan ha alzado contra mí su talón”.  Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy”.

Jesús quería instaurar el «nuevo pueblo de Dios». En su Constitución, un artículo fundamental: el servicio de todos a todos. El acto no es una anécdota perdida. Jesús lo realizó justo en el momento de la Constitución del nuevo pueblo de Dios. Si las misas «que no nos dicen nada» estuviesen precedidas de «servicios», enseguida «nos dirían muchísimo»…

¿Maneras de servir? El cumplimiento del deber, el desarrollo personal para servir más y mejor al prójimo, a la sociedad. Ejemplo… para «vagos y maleantes»: La sociedad paga colegios, profesorado, etc. para cubrir el derecho a la educación de todos ¿Qué decir de los que no estudian?