III.4.2.00. El Reino de Dios. ¿Qué es? Primero.
Nicodemo era persona importante, fariseo y miembro del Sanedrín. Jesús le presenta el Reino de Dios como «un nacer de nuevo». Vídeo Jesús y Nicodemo.
Jesús nunca definió el Reino de Dios. Sin embargo, hablaba constantemente de él. Lo explicó de mil maneras con parábolas, que dejan abiertas las puertas a la autocomprensión.
El Reino de Dios tiene en Jesús como dos caras de la misma moneda:
- La «cara temporal», el Reino en esta tierra, entre los seres humanos que día a día vamos haciendo nuestra vida y la de nuestra sociedad.
- Y la «cara definitiva» o consumación de ese reinado tras la muerte; nuestro Padre Dios nos recibe cuando llegamos a «su casa».
La cara temporal nos interesa mientras vivimos en la tierra. Jesús demostró con su vida que «todos» estamos llamados a pertenecer a ese Reino. No existe un DNI propio de ese Reino, aunque podría considerarse así el bautismo: por él, nos comprometemos (se comprometen nuestros padrinos en nuestro nombre) a seguir los ejemplos de Jesús, a ser piedras vivas del gran templo de seres humanos que Él quiere que construyamos. Cada persona, una piedra viva que junto a las demás constituyen el «ámbito o lugar, templo humano» en el que se alaba a Dios en nombre del Señor Jesús, el cual es también el Sumo Sacerdote… Él es el diseño y las piedras de ese Templo; pero cada uno de nosotros es también piedra viva, espititual…
Importante: El Reino de Dios no es ni una iglesia ni todas ellas juntas; pero cada uno, con su vida, «es y hace» Reino de Dios.