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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

III.4.1.18. Jesús, parábola viva del Reino de Dios. Vídeo, un testimonio.

Si después de leer los evangelios nos pidiesen que dijésemos nosotros otra parábola más sobre el Reino de Dios, podríamos decir que «El Reino de Dios se parece a un hombre que se llamó Jesús y que…». Porque, en efecto, la mejor parábola sobre el Reino es Jesús en persona… Cuando vio que las autoridades judías iban por él, podría haberse ido a otro sitio. Allí podría haber seguido predicando y haciendo más discípulos. Podría haber creado un movimiento religioso de gran peso. Los romanos se habrían adherido a su movimiento; el pueblo judío realmente habría sido liberado; los grandes interrogantes de las personas sobre la vida y la muerte hubiesen sido explicadas y aprendidas por la mayoría de la gente…

No fue así. No huyó de la tortura y de la muerte que pudo prever con claridad. Continuó con su misión hasta el fin. No es que el Padre se lo exigiese. Pero Él pensó, y decidió, que era mejor quedarse y llegar hasta las últimas consecuencias…La vida de Jesús fue una parábola continua y viva del Reino de Dios. Decir que «dar la vida por el amigo es la mejor prueba de amistad» está muy bien; hacerlo es infinitamente más convincente.

Se atribuye a Napoleón la frase «el que se mete a redentor sale crucificado». La inmensa mayoría de las grandes revoluciones de los tres últimos siglos aspiraban a «redimir a la Humanidad» de la injusticia, la explotación, la pobreza, etc. Muchos de estos «redentores» fueron causa directa de infinidad de asesinatos y hasta genocidios. Creyeron en la fuerza… Por la fuerza se impusieron gobiernos, se organizaron matanzas contra los que no querían someterse, etc. Poco o nada resolvieron. La mayoría de ellos protegieron su vida hasta límites paranoicos (buscad en la historia) en vez de «entregarla» por el pueblo al que decían querer servir. Quizá empezaron con buena voluntad; terminaron no sirviendo al pueblo sino sirviéndose de él. Se metieron a redentores; no salieron crucificados… ¡pero tampoco redimieron nada! Otros creen que con la Ciencia y el «Progreso libre» se solucionará todo…

¿Necesitamos revolucionarios? Necesitamos «hombres y mujeres Jesús»: políticos, empresarios, investigadores, empleados, padres y madres, etc. capaces de practicar la justicia y la misericordia hasta jugarse la vida si es necesario…

Un ejemplo llamativo: Eduardo Verástegui, mejicano, católico, cantante, triunfador… rico, libertino… Abandona todo y busca el Reino de Dios. ¿Cómo? ¿Donde? Un consejo y su decisión son ese ejemplo llamativo y bueno para muchos jóvenes. Lo cuenta él mismo.