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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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II.1.1.07. María, Madre de Dios y nuestra Buena Madre.

Recordemos que los evangelios son narraciones para transmitir la fe, no crónicas de sucesos. Recordemos también que las primeras comunidades cristianas estaban formadas por judíos; la expresión de su fe la realizaban en la cultura bíblica. Así dicen con claridad que desde el primer instante de la existencia de Jesús en la tierra hay intervención de Dios.

Al pasar a la cultura grecolatina, los mismos conceptos son entendidos de manera diferente. Surgieron dificultades. Unos decían que Jesús no fue Hombre igual que nosotros. Fue Dios que se revistió de Hombre, como quien se pone una trenka, pero no era un verdadero ser humano. Esta herejía se llamó docetismo (eran gnósticos.1). Según ellos la vida, muerte y resurrección de Jesús fueron una especie de exhibición de Dios. Como Jesús no fue un ser humano, María dio a luz una cosa muy bonita, pero no fue madre como cualquier mujer.

Como «los problemas nunca vienen solos», enseguida surgieron más. Otros gnósticos iban por el extremo opuesto: Jesús fue hombre, pero hombre a secas. Nada de Dios hecho hombre. El tema de la salvación o redención, de la encarnación, etc. se venía abajo. No pasaba de ser un mito más de los muchos que tenían en su cultura. ¡Menudo lío se armó entre los cristianos cultos de los primeros siglos con el tema de la Maternidad divina de María!

Sin embargo, la gente sencilla enseguida empezó a invocar a la Madre de Jesús, Madre de Dios y Madre espiritual nuestra. Simplemente entendían lo que ahora entendemos al invocar a la Santísima Virgen: que siendo Jesús el Hijo de Dios y Dios mismo, su Madre podía ser invocada como Madre de Dios. Ya en el evangelio de San Juan, finales del siglo I, se recuerda que Jesús, poco antes de morir, colgado de la cruz, se dirigió a San Juan y le dijo: «Hombre, ahí tienes a tu madre». Y dirigiéndose a María, le dijo: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Desde el primer momento, la comunidad cristiana interpretó estas palabras con significado trascendente, superior a la humanidad de María y de Juan.

¿Qué pasa hoy día? Pues que nadie piensa que Madre de Dios signifique Madre de la Divinidad, sino madre de Jesús, Hombre-y-Dios. La inmensa mayoría de los católicos rezamos a Nuestra Buena Madre María sin preocuparnos de esas disquisiciones filosóficas. Sencillamente, creemos y rezamos.

Dios te salve María, llena eres de Gracia. El Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

(1) Gnósis, palabra griega que significa «conocimiento». Se llaman así a los primeros cristianos que intentaron compaginar la fe en Jesús, Mesías Salvador, Hijo de Dios, con los mitos de los dioses grecolatinos.