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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

StatPress

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Desde: 24/09/2015

I.3.4.0. Ascensión y Pentecostés. Audio testimonio

La muerte de Jesús dispersó y seguramente desanimó a casi todos sus discípulos. Habían vivido experiencias terribles durante la pasión y muerte de Jesús. Pero ahora podían contar una experiencia nueva, excitante y desconcertante:habían visto al mismísimo Jesús vivo, habían conversado con Él. Era inexplicable.

Forman una comunidad nueva: siguen entre sus paisanos, suben a orar al templo diariamente como israelitas muy fervorosos, etc. Pero lo que más los une es que recuerdan y ven de manera totalmente nueva a Jesús:

— Empiezan a comprender que el Maestro era mucho más que un profeta de Israel,
— que representaba la respuesta definitiva de Dios a sus esperanzas,
— que no podían de ninguna manera guardar sólo para ellos estas ideas,
— que aunque era cierto que las autoridades judías y romanas lo habían crucificado, también eran muchas las personas que lo habían conocido, seguido, admirado… ¡y ahora estaba vivo! Dios lo había resucitado.
— Comprendían ahora que la palabra de Jesús era realmente la Palabra de Dios.
— que el nuevo bautismo en el Espíritu Santo de Jesús era totalmente diferente del de Juan Bautista. Por él, cualquier persona podía entrar a formar parte del «nuevo» Israel, universal y no sólo judío. La Ley de Moisés era importante, pero era sobre todo decisivo cumplir la nueva y definitiva ley que les había transmitido el Maestro: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismos, incluidos los enemigos… Y esto, por la gran razón de que el Padre Dios nos quiere a todos.

Jesús los confirmaba en su fe; les comunicaba su Espíritu; les había inspirado una valentía y una fuerza de convicción increíbles… Pero la comunidad de cristianos tenía que empezar a tomar decisiones por su cuenta. San Lucas narra dos momentos cuya exactitud anecdótica importa menos que la «lección de fe» que encierran:

La Ascensión de Jesús a los cielos sintetiza dos mandatos: que tomen las riendas de la transmisión del mensaje de Jesús y que vayan por todo el mundo bautizando a quienes quieran.

Pentecostés: el Espíritu Santo llena sus almas de «visión y fortaleza» increíbles. Salen a la calle a predicar «la buena noticia de Jesús». Comienza el «nuevo pueblo universal».

Recemos al Espíritu Santo: Entra hasta el fondo del alma, Divina Luz, y enriquécenos. Mira el vacío del Hombre, si Tú le faltas por dentro. Mira el poder del pecado cuando no sopla tu aliento.

Testimonio de una mujer «muy de hoy día».