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Jesús de Nazaret

Jesús de Nazaret

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VI.3.1.1. Moralismo en vez de … LA TENTACIÓN MORALISTA. (La Razón. Alex Rosal.)

(La Razón – Alex Rosal, 24 de diciembre de 2010. Para entender bien el contenido de este artículo hay que tener en cuenta que el gobierno de Zapatero había anunciado ese año de 2010 que aprobaría una Ley de Libertad Religiosa, de la que, quienes conocieron el proyecto decían que era más bien una ley de imposición del laicismo más radical. No fue publicada. Causa muy probable: paro laboral descomunal y creciente y… ¡llenos los comedores gratuitos de la Iglesia! Pero «la idea nuclear del artículo» no es la política, sino problemas internos. Vale la pena pensar muy bien estas ideas.)

            «No creo que Zapatero y sus compañeros de partido puedan hacer gran daño al catolicismo. Las crisis de la Iglesia no han venido nunca por los ataques de fuera, sino por los desaguisados internos.Y, entre ellos, quizás el más peligroso en el momento actual -aunque pase desapercibido- es el de reducir el cristianismo a un conjunto de normas morales, exigencias y cumplimientos, que hay que sobrellevar con las únicas fuerzas que uno dispone, y con una ligerísima confianza en que Dios actuará. Una carga, vamos, casi siempre insufrible, que desvirtúa la esencia misma del cristianismo hasta transformarla en un «moralismo» que arrincona la Gracia.

            Se confía, entonces, en el poder propio, en la grandeza de uno mismo, y caemos en el error de pensar que nosotros podemos cambiar el mundo; crear una sociedad mejor o hacer una Iglesia más misionera. Incluso intentamos ganarnos a pulso la redención. En el fondo, pervive la soberbia de creer que podemos algo. ¡Dios, qué terrible tentación! … Gana, también, el pelagianismo (1) que todo lo inunda.

            El otro día, después de tomar unas cañas, un publicista amigo me comentaba que «el cristianismo se reduce a vaciarnos completamente para dejar que Dios entre en nuestra vida». Simplificar al máximo lo propio para que sea Dios el que actúe. «Podemos muy poco, somos muy pequeños y todo nos ha sido dado», me decía. Si creyéramos de verdad que Dios actúa en nuestra vida, que es el sujeto de la historia, ay… la vida sería otra.»

Cuestión para «pensar»: ¿Puede un profesional tan de actualidad como un publicista decir semejante cosa? ¿No estará soñando? ¿Será verdad lo que dice?

Cuestión para «incordiar»: Estaba «riñendo» a un chaval de 1º de la ESO porque me parecía muy listo pero había suspendido casi todo. Como disculpa, se encogió de hombros y me dijo: «Dios me hizo así… Yo no puedo remediarlo». «Intentad aconsejar a este chaval «en cristiano»: Gracia y libertad. (Hay «mucho filósofo y teólogo» dentro de cada uno de nosotros. Es cuestión de no dejarlo como el violín «olvidado en un rincón obscuro cogiendo polvo»).

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.

Entra hasta el fondo del alma, Divina Luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del Hombre si Tú le faltas por dentro.
Mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

 (1) Pelagio fue uno de los primeros herejes cristianos. Su idea fundamental era que «podemos conseguir la salvación a base de méritos propios… Dios estaría obligado a dárnosla porque la hemos ganado». ¿Se entiende mejor ahora la expresión del periodista, que «el pelagianismo que todo lo inunda»?