V.1.1.03. Sobre la «visión» de Jesús Resucitado.
Algunas personas piensan que superarían sus dudas de fe si Jesús se les apareciese.
¡No cambiaría nada! Porque la verdadera causa de que sus discípulos creyeran no fueron las apariciones ni el sepulcro vacío; sino la «visión» de Jesús totalmente nueva y creyeron en Él desde un punto de vista diferente al que tenían: «Aquel hombre con el que convivieron… era el Mesías esperado, pero no como lo esperaban; aquel hombre no podía quedar en la muerte: Dios lo había devuelto a la vida, aunque no a la vida natural; eso sería revivir, no resucitar». Por eso hablaban de que estaba vivo, pero no como antes; que su vida nueva, espiritual, sin tiempo y sin espacio, era preludio de la nuestra… ¡Él era la culminación del Reino de Dios!
Todas estas cosas se dan en la vida espiritual, tan real como la material, aunque distinta. La poesía y la música son «creaciones humanas» no materiales… ¡pero reales! La realidad es más que la materialidad.
Si un cineasta hubiera filmado la aparición de Jesús a La Magdalena… la cámara no habría captado a Jesús. La «realidad Jesús resucitado» que «veía» La Magdalena era Jesús vivo en «vida nueva», en Dios. ¡Bienaventurados los que en el futuro creerán en Jesús sin necesidad de «verlo»! ¡Pero ellos también necesitaron fe! Ellos lo «habían visto» en vida terrena… Ahora lo veían también, pero de forma muy distinta… Lo cual hacía su fe más difícil. Prueba, Tomás. «Si no meto la mano en su llaga»… Jesús podría haber dicho al supuesto cineasta: «No te molestes. Lo que «ella ve» sólo lo captan los ojos de la fe». También narran los evangelios apariciones en que los apóstoles comen con Jesús. En su lenguaje están diciendo, y hasta «machacando», que el Jesús que ahora ven es el mismísimo que conocieron antes; no están soñando.
Es curioso que en los evangelios no se habla de ninguna aparición a María, su Madre… Porque ella creyó desde el primer momento que el Padre Dios no dejaría a Jesús en la muerte. Ella es «nuestra hermana en la fe».
Los psicólogos dicen que el «yo verdadero» necesita ser «des-velado»… como el Jesús en el que creemos tiene que ser des-velado en el yo profundo de cada cristiano». Es la manera de pasar de una fe cultural a una fe vivencial, fuerte, decisiva, poderosa, activa…
Padre nuestro, que estás en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día. Amén |
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo. Santa María, Madre de Dios, Amén |
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. |