¡¿Jesús de Nazaret?! ¡Ah, sí!

En toda tortura hay algo especialmente cruel y maligno: además del rebuscado y espantoso dolor físico, se produce dolor moral, psicológico, espiritual. Dos torturas inseparables.

San Lucas dice que un ángel consolaba a Jesús. El temor, el terror al sufrimiento injusto, brutal, gratuito… las venas le estallaban, sudó sangre y las gotas caían hasta el suelo. Es imagen  exacta de lo que pasaba por su mente y corazón mientras esperaba la llegada del traidor.

También pensaba en el futuro: el presente inmediato lo preveía con claridad: lo matarían. ¿Qué pensar del futuro de su sacrificio? Sus discípulos poco o nada habían entendido y era todo lo que dejaba: ni escuela, ni escritos, ni estructuras sociales… nada de nada. La desolación de Jesús tuvo que ser total. Esto hace más grandiosa su entrega y confianza en el Padre Dios.

En la ópera rock cinematográfica Jesuschrist Superstar, aparecen resaltados estos aspectos «humanos» en la secuencia de la oración en Getsemaní. Sus autores en absoluto niegan los aspectos espirituales de la Pasión y Muerte de Jesús. Por supuesto tampoco tienen la más mínima intención de reproducir la descripción evangélica. Más bien «simbolizan» la lucha(«agonía») de Jesús en la canción y en el, escenario escogido.

Merece la pena ver, contemplar, pensar… la escena. Vídeo JC Superstar, Getsemaní.