¡¿Jesús de Nazaret?! ¡Ah, sí!

San Mateo narra así la última cena del Señor:

Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará.» Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?» El respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele: «Sí, tú lo has dicho.»

Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»

Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.«

Lo cuentan los cuatro evangelistas y San Pablo. La alusión a la «fracción del pan» o a «la cena del Señor» es muy frecuente desde los primeros escritos cristianos. Los Apóstoles celebraban «esta cena» en la misma sala, «cenáculo», donde la habían celebrado con Jesús. Entre los asistentes, estaban también las mujeres discípulas. La presencia de su Madre, María, es especialmente destacada en la narración de Pentecostés.

Esta «última cena» del Señor con sus doce Apóstoles fue la institución de la «Eucaristía»… Ahora decimos «misa».

«Eucaristía» es la palabra griega que significa «acción de gracias». La plegaria de los asistentes es ante todo «oración de acción de gracias» por la vida de Jesús, por la propia, etc.

La inmensa mayoría de los católicos no practicantes no han entendido esto de «acción de gracias por la salvación». «El notición» del cristianismo es que Dios se hizo ser humano en Jesús de Nazaret. Muchos ven el titular, y no se lo creen. El segundo notición es que Jesús de Nazaret se queda entre nosotros en el pan y vino eucarísticos. Muchos ven el titular, no entienden nada… y no leen más… ¡Así nos va!